El equipo
de gobierno actual rindió cuenta en el último Pleno ordinario de la Corporación
del Informe de Intervención acerca del cumplimiento del Plan de Ajuste.
Es evidente
que para que lo que se diga tenga cierta lógica es necesario analizar el origen
y la génesis de lo que se hace y no contar solamente los capítulos que puedan
tener cierta importancia o interés sobre todo para el que las cuenta.
El equipo
de gobierno actual se encuentra a 1 de enero de 2012 con la obligatoriedad de
dar traslado al Ministerio de Hacienda de una certificación de la Intervención
Municipal de las facturas pendientes de pago a esa fecha y que el Ayuntamiento
de Marín no había procedido a su pago.
Se emiten
dos certificaciones y se añaden algunas facturas donde los proveedores aceptan
incluirlas y acudir a este modelo de pago a proveedores que el Gobierno Central
habilita para que los ayuntamientos paguen a sus proveedores.
Posteriormente
habilita un mecanismo de préstamos donde te asignan una entidad bancaria que es
la que procede al abono de los pagos atrasados y conseguimos saldar una deuda
que ascendía a más de un millón
doscientos mil euros, que se dice pronto.
A esta
realidad y a esta situación es difícil explicar por parte de este equipo de
gobierno de porqué se llegó y es evidente que la obligación del pago para los
ayuntamientos es cada vez más exigente, cada vez en menor plazo, y cada vez más
efectiva.
Llama
poderosamente la atención que algunos que han gobernado sigan pensando que lo
mejor y más perfecto es lo que hacían ellos, que era acumular facturas desde
años anteriores, por mucho que presumieran de tener tesorería para pagarlas,
porque de nada vale decir que tienes dinero en tus cuentas si debes pagos desde
años como el 2005, 2008, 2009, 2010 y 2011…
El sistema
de pago a proveedores obligaba a presentar ante el pleno de la Corporación un Plan de Ajuste a 10 años, donde se
diagnosticaba a qué nos obligábamos los siguientes años, para mantener una
estabilidad presupuestaria, aumentar los ingresos, reducir los gastos.
Que ahora
algunos se agarren a un clavo ardiendo para criticar que hayamos sido capaces
de cerrar el año tomando las mínimas medidas, es llamativo, teniendo en cuenta
que las medidas propuestas a tomar tampoco son de su agrado, además de tener
por delante plazos mucho más amplios.
Y en el
Informe de Intervención se alude, al igual que se ha aludido en informes
anteriores al estado de organización del servicio de Intervención, y se alude
porque este equipo de gobierno quiere poner todos los medios para que se
intente funcionar mejor y ser más ágiles en las tramitaciones y más organizados
en el trabajo, teniendo en cuenta que las obligaciones y responsabilidades para
el servicio de Intervención son cada vez más fuertes y cada vez más los
Interventores responden de las obligaciones que las distintas normativas van
exigiendo al trabajo que se desarrolla en su departamento.
Todo lo que
se refleja lo sabe el equipo de gobierno, sobre todo porque el responsable
político del departamento económico Manuel Santos así se lo ha requerido para
poder mejorar su funcionamiento.
Referente a
los horarios, es cierto que ya hace meses se realiza un control horario para
que las personas cumplan con su jornada y se remitió a cada funcionario el
cumplimiento que tenían cada uno de ellos.
Esta medida
sirvió inicialmente para detectar que la mayoría lo cumplen, que en algunos
casos se han corregido y que evidentemente sigue habiendo casos que reinciden y
de los que habrá que tomar medidas, teniendo en cuenta que es necesario tener
un comportamiento individual y de cara a los compañeros ejemplar. Y en esa
línea seguimos trabajando para poder contar con una administración más eficaz y
que funcione con eficacia.
Sabemos lo
que hemos heredado en cuanto a organización de muchos servicios y estamos
trabajando para mejorarlo en la medida de las posibilidades que tenemos, restrictivas
pero con el ánimo decidido en invertir una deriva que llevaba demasiados años
produciéndose y que no resulta nada fácil.
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